20 de septiembre de 2006

Piratería vs. Traducción audiovisual

Para aquellos interesados, os dejo la siguiente noticia que apareció en El País el 14 de septiembre y foros que se hacen eco de la misma:

El traductor Xosé Castro Roig señaló la semana pasada que "la piratería de películas entorpece el trabajo de la traducción" y destacó la "histeria y desconfianza" que en este aspecto tiene la industria de Hollywood.

La piratería obliga a trabajar al traductor de una forma "obtusa" por problemas de seguridad, ya que Hollywood remite el filme que se debe traducir para su doblaje sin música ni efectos especiales e incluso "tapando toda la pantalla en negro salvo las bocas de los personajes para poder ver el movimiento de labios".


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Las palabras son pistolas cargadas

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, lo que dice Xosé Castro (a quien por cierto los que estéis en España podéis escuchar los lunes en el programa de RNE1 "El ombligo de la luna", donde es colaborardor) ya lo habío oído de otro especialista en la materia, Nino Matas. En una conferencia en la UJI de Castellón comentaba todas las trabas que le ponían, incluso le mandaban las cintas en órdenes distintos y nunca podía tener dos al mismo tiempo... Por no hablar de que luego en el doblaje no respetaban sus decisiones y el director de doblaje cambia a su antojo las palabras... En fin, cuando la palabra de un traductor en un asunto de su campo sea tomada en cuenta como la de un médico en Medicina...

Antonio San Martín
(Alumno de TeI en la UGR)

Anónimo dijo...

Madre mía,¿hasta dónde va a llegar esta psicosis?

Paula dijo...

No sabía esta movida que pasa con las películas. ¡Ay, dios!
Por cierto muy curioso tu blog, te tengo añadida a favoritos.
Un saludito ;)

De traducciones y otras rarezas dijo...

La verdad es que lo que más pena da es que luego se quejen de la calidad de las traducciones trabajando en las condiciones en las que lo hacemos.
Te dice, 1000 subtítulos traducidos y revisados para mañana. De referencia, una minipantallita en blanco y negro (a veces, ni tan siquiera eso).
A lo mejor hay que recurrir a echarnos piedras sobre nuestro propio tejado y protestar por nuestras malas traducciones (como se hace con la piratería) para que la situación se arregle.
En fin... y como el sector audiovisual están otros muchos.
Ya se sabe, el cliente siempre tiene la razón.