19 de octubre de 2006

Terapias sociales... ¿cómo podemos ayudar?

La interpretación social, en gran parte de sus ámbitos, parece ser uno de los perfiles profesionales más demandados en la teoría pero, sorprendemente, menos demandados en la práctica.

Si bien es cierto que, por su baja demanda habitual y la escasez de buenos profesionales "todoterreno" y jubilaciones anticipadas de intérpretes, la interpretación resulta a menudo una profesión con la que es difícil poder "sobrevivir" como profesional en exclusiva, la demanda de formación sigue creciendo en España.

Imaginaos que os encontráis en un país extranjero del que no conocías la lengua y que:
  • Or roban la cartera.

  • Estáis enfermos.

  • Os acusan de un delito.

  • Debéis realizar trámites administrativos.

  • Y un largo etcétera de situaciones similares...

    ¿Os sentirías protegidos, entendidos, seguros?
    Apuesto a que buscaréis ayuda de un profesional de la lengua. Pero, ¿dónde están? Al menos en España, la mayoría de servicios sociales todavía no cuenta con una plantilla de intérpretes profesionales (y con "profesional" quiero decir con la formación adecuada y cobrando por ello).
    Poco a poco, el fenómeno de la inmigración ha ayudado a que, en muchos casos, las autoridades se conciencen de la necesidad de los intérpretes en hospitales, centros administrativos y judiciales, colegios, etc. Aunque el número de programas pro-intérpretes aún es reducido, veamos algunas de las iniciativas que se proponen (y, en algunos casos, se disponen) en el mundo:

    Los servicios de interpretación a disposición de las mujeres inmigrantes maltratadas por Macarena Molina

    En el artículo que podéis encontrar en esta dirección http://www.translationdirectory.com/article1103.htm, Macarena Molina analiza la necesidad de este tipo de actividades de interpretación en los servicios sociales.

    La autora nos aclara el concepto de interpretación social como
    Entendemos por interpretación en los servicios públicos (también llamada interpretación comunitaria o interpretación social) a la mediación lingüística que permite la comunicación entre los servicios del estado español (instituciones judiciales, policiales, médico-sanitarias y sociales) y los usuarios que no hablan la lengua oficial.


    Como comentamos anteriormente, Macarena opina que la interpretación en los servicios públicos en España no es una práctica reconocida profesionalmente, incluso en ciudades como Granada, donde existe desde el año 1979 una Facultad de Traducción e Interpretación y que no dispone de servicios de interpretación en centros de asistencia básica como son los hospitales.
    En el caso de la policía o los juzgados, no parece que las condiciones sean mucho más favorables. Se realizan contratos temporales o por días de trabajo, la remuneración es baja y los requisitos de acceso son irrisorios en gran parte de los casos (no se solicita ninguna titulación en idiomas ni se realiza prueba alguna, se otorgan más puntos a las mujeres por el mero hecho de que "son mujeres" y no se valora experiencia en el área de la interpretación).

    Esto acaba perjudicando tanto a los profesionales como a la sociedad ya que
    Hoy por hoy, para cubrir la demanda de intérpretes, se suele recurrir a voluntarios de ONG, estudiantes de facultades o de academias de idiomas, a familiares, amigos o acompañantes del usuario, incluidos los niños. Es decir, lo que es un derecho del usuario, puesto que así lo recogen nuestras leyes, se convierte en un acto que depende de la buena voluntad de terceros.


    Os recomiendo la lectura del artículo. Seguro que descubrís cosas que os sorprenderán y que querréis cambiar.


    Translators give new voice to patients por Theresa Lalonde

    Por su parte, Theresa Lalonde nos presenta en la siguiente noticia en http://news4linguists.blogspot.com/2006/10/translators-give-new-voice-to-patients.html los beneficios que ofrece la interpretación en los hospitales.

    Recalca la importancia de no involucrar a los familiares y amigos en el proceso de interpretación. A menudo, la responsabilidad acaba recayendo en los hijos de los propios inmigrantes, que debería permanecer al margen de estas situaciones.
    Para ello se ha creado un servicio especial remunerado de intérpretes, como cuenta Theresa:

    The Provincial Language Service, a program of the Provincial Health Services Authority, now employs 250 interpreters. They’re contracted to work in the city’s hospitals, clinics, and nursing homes for $40 an hour. After hours, they’re available by phone. And if a patient speaking a lesser-known language shows up, hospitals use a U.S.–based language line by phone for three dollars a minute.


    Quizá estas iniciativas y la demanda real de intérpretes ayuden, con el paso del tiempo, a ofrecer un servicio profesional indispensable para nuestra sociedad en continuo cambio.

  • ¿Conocéis otras situaciones similares en las que sea necesario el uso de intérpretes sociales?

  • ¡Cuéntanoslo!

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