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6 de agosto de 2007

Un intérprete en la sanidad española

El traductor del hospital Campo Arañelo es el único contratado por el Servicio Extremeño de Salud

Fuente: Hoy.es

Elhamid nació en Rabat (Marruecos) en 1962, cursó el Bachillerato en la misma ciudad y la carrera en la Facultad de Filología y Letras de la Universidad Mohamed V. Tras contraer matrimonio llegó a España en 1999 en busca de mayores posibilidades laborales para la pareja. Un año más tarde se trasladó a Navalmoral de la Mata y comenzó a ejercer como traductor. Actualmente tiene tres hijos (dos niñas y un niño). Dice que se encuentra muy cómodo en Navalmoral, donde afirma respetar y sentirse respetado. Jamás pensó en trabajar en Navalmoral de la Mata y mucho menos en la sanidad pública. Sin embargo, las necesidades intrínsecas de la región -con un alto porcentaje de inmigrantes- y tal vez el destino hizo que este licenciado en Filología Hispánica haya fijado su residencia en Extremadura. Elghali Elhamid Elbazgui lleva siete años trabajando como traductor en el Área de Salud de Navalmoral, después de que el Servicio Extremeño de Salud (SES) se decidiese a crear esta figura ante la barrera idiomática existente entre los médicos y algunos pacientes, en su mayoría procedentes de Marruecos. El de Navalmoral es el único traductor contratado por el SES.

Esta barrera se hizo especialmente patente con la práctica del reagrupamiento familiar, gracias al cual los inmigrantes comenzaron a trasladar a España a sus familiares, en muchos casos con serias dificultades para leer y escribir, lo que hacía urgente la implantación del traductor.

Difíciles traducciones


En el transcurso de la entrevista mantenida con HOY, Elghali reconoce que en un principio sus amplios conocimientos de árabe, francés y español no fueron suficientes para abordar esta tarea y debió adquirir nuevo vocabulario de manera paralela al ejercicio de su profesión. «En muchos casos se trata de unos términos médicos muy específicos cuya traducción al árabe es muy difícil ya que son palabras que prácticamente no se usan», aclara.

No obstante, recuerda que el frenético ritmo del principio le sirvió para ponerse al día de forma más rápida. «Los primeros días no paraba. Incluso había momentos en los que me reclamaban en tres consultas de manera simultánea, que iba atendiendo como podía», rememora.

Desde entonces el propio Elhamid se ocupa de coordinar su jornada laboral, sabiendo dónde y a qué hora se precisará de sus servicios, ocupándose de redactar informes, consentimientos y otros documentos en varios idiomas, etcétera, siempre con prioridad en caso de urgencias. «Te van llamando y más o menos te organizas según la necesidad de cada aviso: consultas externas, quirófano, urgencias...», explica. Para ello desarrolla su jornada entre las nueve de la mañana y las dos de la tarde y está localizable entre las tres y las nueve para posibles imprevistos.

Su labor, con todo, no se circunscribe únicamente al recinto hospitalario, sino que cuando se le requiere se traslada a poblaciones cercanas o a la consulta de psiquiatría del centro de salud de Navalmoral.

Asistir a partos


Sobre sus vivencias y anécdotas en estos siete años de servicio, el traductor esboza una sonrisa: recuerda perfectamente una de las situaciones que más le ha impactado y que aún le conmueve cuando la evoca. «La verdad es que lo pasé muy mal. Al poco de llegar me dijeron que subiera al quirófano, donde había una mujer embarazada de gemelos a la que tal vez habría que practicar una cesárea, pero los médicos iban a intentar evitarlo. Entonces entré en el quirófano y me encontré con aquello, sin haber visto nunca nada de esto. Dos horas estuvimos allí, con un calor insoportable, la mujer suplicando en árabe que le hicieran la cesárea, los médicos diciendo que no, que había que intentar un parto natural y yo allí, traduciendo... ¿Empuje,... no, ahora no, respire, más, no empuje...! Finalmente todo salió bien, fue un parto natural. Los niños tendrán ya seis o siete años», apunta. A esta singular escena el traductor une otra serie de experiencias que también le quedarán en el recuerdo, con la satisfacción de haber colaborado a la cura de los enfermos.

El lado más amargo


Sin embargo no todo son simpáticas anécdotas en su día a día. En el lado más amargo se encuentra la necesidad de ser portavoz de noticias fatales: graves enfermedades, muertes inminentes o asistir a los médicos encargados de cuidados paliativos. «Entre las cosas más duras que me han sucedido está el decirle a un hombre que su madre se iba a morir en 15 o 20 días, ya que se la detectó un cáncer muy avanzado. El médico te lo transmite a ti y no tienes más remedio que decírselo. Es duro, muy duro», lamenta.

Además, en otras ocasiones, los pacientes, provenientes, en muchos casos, de zonas rurales y sin formación, desconocen qué es un cáncer. «Entonces te tienes que ocupar de explicarle que se trata de una grave enfermedad de difícil cura», explica cabizbajo.

Tras siete años de experiencias, reconoce que «algo cambia en ti, aprendes a valorar más las cosas e incluso a tener miedo de todo, a preguntar que será ese grano que te ha salido en la espalda y que no sabes qué podrá ser».

Figura imprescindible

A tenor de lo vivido, Elhamid asegura que la figura del traductor en los centros sanitarios es «útil y necesaria». De no ser así, se pregunta cómo se le explicaría a un hombre que ingresa en urgencias que, por ejemplo, hay que operarle, que debe firmar un consentimiento o lo que se le va a hacer en el quirófano. «A veces traen a familiares que entienden el castellano, pero otras no. Además, aunque dejes formularios, cartas y consentimientos escritos, hay muchas veces en que el paciente no sabe leer ni escribir, por lo que sirve de poco y entorpece la agilidad de las consultas», afirma.

3 de julio de 2007

Inversión en tecnología ¡SÍ!... en traductores ¿PARA QUÉ?

Esta mañana me levanto con esta noticia, que me asombra porque no sé por dónde cogerla.
En varias ocasiones he vinculado aquí noticias sobre las alternativas que existen para que un paciente extranjero sea atendido correctamente en España, sin necesidad de dominar un perfecto castellano.
Esta alternativa en concreto me deja de piedra (¿o será que me levanté con el pie izquierdo esta mañana?).

Un móvil con traductor facilitará la atención al paciente extranjero

Fuente: Granada Hoy

Cuando un paciente extranjero llega a un centro sanitario, el entendimiento con el personal médico es difícil si el paciente no habla español o ambos no dominan algo de inglés para poder comunicarse. Una compleja situación que en el campo sanitario tiene grandes inconvenientes ya que pueden confundirse síntomas, equivocar diagnóstico o que el paciente entienda que tiene una patología irreal.

Para mejorar la atención médica al paciente extranjero, el Servicio Andaluz de Salud implantará un sistema de teletraducción que con un teléfono móvil permite el entendimiento entre ambas partes con una traducción simultánea.

[Para mí que será una semi-interpretación irreal y, probablemente, el paciente se quede igual...]

En la actualidad, este servicio se basa en el voluntariado. Los hospitales o centros de salud que necesitan la presencia física de un traductor para comunicarse con un paciente tienen que solicitar a través de Salud este servicio en virtud de convenios con ONG como Granada Acoge o Cruz Roja. Incluso la Facultad de Traducción ayuda en casos puntuales.

[¿Alguien más está harto de que "voluntariemos" por el mundo cual hermanitas de la caridad con portátil? ... Me encanta la frase "Incluso la Facultad de Traducción ayuda en casos puntuales". Y digo yo, entonces, ¿para qué estamos? ¿Qué mejor experiencia que una práctica en una situación real?]

Con este nuevo sistema, que se ha probado satisfactoriamente en los hospitales de Poniente y El Toyo, en Almería y el Virgen del Rocío de Sevilla, todo es más fácil.

Se trata de un teléfono móvil al que se conectan dos auriculares y que remite a un centro de telefonía lo que el paciente y el médico se dicen para que un intérprete traduzca la conversación en tiempo real. Esto permite que el proceso de atención sea igual en tiempo y terminología al que se presta a pacientes que hablan el castellano.

[Genial, o sea que esto va de que en vez de tener a alguien in situ, tiene un telefonista en su casa interpretando a destajo. Me parece que estos temas son menos incómodos en persona que a través de una máquina.]

El teléfono permite la traducción simultánea de cinco idiomas (inglés, francés, alemán, árabe y rumano), los más comunes en la comunidad. Pero no son los únicos. El resto de idiomas también se podrán traducir aunque no de forma simultánea sino con un plazo de diez o quince minutos.

[Esto sí que no lo entiendo... ¿Hacen "relé"?]

Para facilitar la comprensión entre el médico y el paciente, el Hospital Santa Ana de Motril ya ha instalado este sistema de teletraducción a través del móvil. Desde principios de año, el personal dispone de este sistema, que puede traducir un total de 30 idiomas aunque los cinco primeros de forma inmediata.

El Virgen de las Nieves también está intentando implantar el teletraductor. Hace unos meses sacó a concurso el servicio pero quedó desierto. Después del verano las empresas que quieran encargarse de su explotación tendrán otra oportunidad.

[Já. Me río por no llorar. A saber el presupuesto que tienen para el trabajo tan delicado que harán (y supongo que 24 horas, ¿no? ¿Admitirán a autónomos?...]

Según informaron desde el hospital, la forma actual de trabajar con los pacientes extranjeros es útil con pacientes en la UCI o en planta ya que da tiempo a localizar al traductor para que acuda al centro. Pero en los servicios de Urgencias es un problema porque no hay tiempo para esperar. Así, el sistema de teletraducción, impulsado por la Dirección General de Innovación Sanitaria, Sistemas y Tecnologías de la Consejería de Salud, será el gran aliado en casos de urgencias y emergencias.

[Y si el traductor tuviera un turno como el resto de profesionales. Ahhh, eso no lo habéis pensado, ¿no?]

Desde el hospital acuden a las ONG que prestan servicio de traducción y en alguna ocasión también a la facultad de traductores, sobre todo para documentos escritos.

[En el caso de Granada en concreto, ya hay una asociación de traductores por la solidaridad en la facultad, quizá no sería necesario recurrir en muchos casos a las ONG]

Las previsiones del centro sanitario es incluir estos teléfonos en Urgencias, los paritorios y algunas consultas. Otra de sus ventajas es la movilidad, por lo que se podrá llevar a más servicios según la demanda.

El Hospital Clínico también se vale del voluntariado para solventar los problemas de comunicación médico-paciente. Incluso en alguna ocasión han requerido la colaboración de un profesor de la Facultad de Traducción para hacer de intérprete de chino, gracias a la colaboración de la dirección del centro.

[¡Qué remedio! Es el único que hay... El probrecillo no podría negarse]

Los hospitales también disponen de hojas en distintos idiomas en las que se realiza un cuestionario médico al paciente.

[Ya me callo, que ya me he indignado suficiente hoy...]

11 de junio de 2007

La necesidad de "mediadores culturales"

Sanidad triplica el presupuesto para que los pacientes extranjeros tengan traductor en la consulta

Fuente: ABC.es

El conseller de Sanidad, Rafael Blasco, afirmó ayer que la Conselleria de Sanitat va a incorporar filólogos y traductores en distintos hospitales de la Comunidad para mejorar la atención a los pacientes extranjeros. En concreto, un total de 12 personas serán las adjudicatarias de estas plazas que estarán cubiertas antes del 15 de junio. Así, hay ocho becas de perfeccionamiento, una por hospital, en Vinaroz, Denia, Villajoyosa, Gandía, General de Castellón, La Plana, Xàtiva y Requena. Además, hay otras cuatro plazas de prácticas para cuatro centros asistenciales.
Las becas van dirigidas a estudiantes de Traducción-Interpretación, de Filología y a los alumnos de postgrado del Master en mediación cultural, gracias a los convenios firmados por la Conselleria de Sanidad con la Universidad Jaume I de Castellón, la Universidad de Valencia y la Universidad de Alicante. Los últimos datos registrados por la Conselleria de Sanidad reflejan que durante el año 2006 se atendieron en todos los hospitales de la Comunidad a un total de 30.058 pacientes extranjeros, lo que supone un 9 por ciento del total de pacientes atendidos en los centros hospitalarios. Así como en otras comunidades autónomas utilizan centrales telefónicas de traducción simultánea, desde la Conselleria de Sanidad se creó la figura del mediador cultural, una persona que además de tareas de traducción e interpretación realiza una labor de acompañamiento al paciente, intenta transmitir sus necesidades y creencias a los trabajadores de la institución sanitaria con el fin de lograr una mejor comprensión del mismo.
Por ello, Sanidad ha incrementado este año el presupuesto destinado a las becas de mediadores culturales en 49.000 euros frente a los 19.000 euros que se invirtieron en el año 2006. De esta manera, se triplica el presupuesto en esta materia permitiendo un mayor número de mediadores culturales en los hospitales de la Comunidad Valenciana. Blasco señaló que «en el año 2006, 13.371 pacientes extranjeros atendidos en diferentes hospitales contaron con un mediador cultural en dicho centro hospitalario. El objetivo es incrementar el número de mediadores culturales y extenderlo a todos los hospitales de la Comunidad.

30 de enero de 2007

Intérpretes sociales para hospitales

Los hospitales ponen a intérpretes en prácticas para los inmigrantes

J. L. OBRADOR. 29.01.2007 En 20minutos Valencia

Son alumnos de Filología que ayudan a pacientes y médicos a entenderse. Triunfan las lenguas africanas y de Europa del Este.
La presencia de inmigrantes en los hospitales de la Comunitat puede convertir sus salas de espera en una torre de Babel. Para que eso no pase, Sanidad les facilita desde hace dos años estudiantes de Filología y Traducción en prácticas. Así, a la vez que se forman, traducen diagnósticos, documentos y peticiones de información.

Este curso son 60, pero sólo están en Alicante y Castellón. Los de Valencia, según la Fundación Universidad-Empresa, eligen otros destinos debido a la «sobreoferta» de prácticas de la Universitat de València.

En el General de Alicante también llevan cinco meses sin traductores. Desde el sindicato de enfermería Satse dicen que tanto los facultativos como los pacientes «los echan de menos».

«Los profesionales sanitarios llevaban años pidiendo ayuda», explica Dora Sales, profesora de Traducción de la Universitat Jaume I de Castellón. Los alumnos, comenta, «están especialmente motivados y se están dando cuenta de que el árabe o el rumano son el futuro».

Gemma Ripoll estuvo el año pasado haciendo prácticas en el Hospital Clínico de Valencia. Ayudó a los pacientes alemanes a comunicarse con los médicos. «Traducía desde menús o guías informativas hasta las últimas voluntades», explica. Confiesa que le gustó mucho la experiencia.

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Una segunda noticia:

Cursos de idiomas jugando al rol

La Universitat Jaume I de Castellón inicia este viernes un curso de intérprete para formar a traductores en hospitales, que también tendrá prácticas allí. Las 52 horas teóricas tendrán desde clases magistrales hasta talleres y juegos de rol. Pueden apuntarse nacionales y extranjeros, y tendrán prioridad las lenguas asiáticas, africanas y las de Europa del Este.