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30 de marzo de 2007

El español: ¿idioma estelar de la ciencia?

Pugnan por que el español figure entre los idiomas estelares en la ciencia

El castellano no ocupa el sitio que le corresponde en el conocimiento y el intercambio diplomático

Fuente: La Jornada

Cartagena, Colombia, 28 de marzo. El reto principal del idioma español para los próximos años consiste en ganar terreno en la difusión de la ciencia y en el trabajo diplomático. Para ello es necesario enfocarse en proyectos de educación básica, señalaron expertos durante la tercera sesión plenaria con el tema Ciencia, técnica y diplomacia en Español, en el contexto del cuarto Congreso Internacional de la Lengua Española, que concluye este jueves.

"El inglés no sólo es hegemónico en la ciencia, sino también en el control de la producción científica y del valor que se otorga a ésta en la comunidad internacional. En mi país (España) nos sentimos obligados a publicar en inglés, porque vale más para efecto de desarrollo profesional y de valor institucional publicar en revistas inglesas, que en las españolas. Por ello debemos intentar al mismo tiempo que el mundo hispano pueda desarrollar revistas científicas, congresos que encuentren respaldo de la comunidad internacional y eso supone un apoyo a la política lingüística, a la lengua propia, para que tenga reconocimiento mundial en el campo de la ciencia", señaló Alvaro Marchesi, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).

Ante esta circunstancia, la propuesta es ''manejarnos en modelos interculturales plurilingües, es decir, reconocer que la lengua inglesa tiene un papel preminente, pero que al mismo tiempo debemos apoyar a la lengua española creando espacios compartidos y estructuras de traducción de aquella producción en español que pueda ser leída, analizada y comentada en inglés y viceversa".

Compartir científicos e investigaciones

Uno de los primeros pasos en esa dirección es el Premio Panhispánico de Traducción Especializada que se entregó este miércoles en su segunda versión, convocado por la OEI, el Instituto Cervantes, la Federación de Gremios de Editores de España, la Unión Latina y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología.

Marchesi precisó que la OEI y jefes de gobierno y de Estado trabajan en el proyecto para apoyar lo que llamó ''un espacio iberoamericano de conocimiento e investigación", que permita crear entre todos los países hispanohablantes vías de comunicación para compartir investigadores e investigaciones, así como movilizar a la sociedad en el apoyo, la coordinación y la conexión de los investigadores y científicos, mientras que las universidades también tienen una tarea que cumplir: apoyar no sólo la publicación, sino también la distribución de los trabajos científicos.

La tarea, añadió, no tendrá resultados en el corto plazo, pero ''la puesta en marcha de estas iniciativas, el apoyo a la educación y a la incorporación de la ciencia en nuestras escuelas, la incorporación y la presencia mayor en las redes de comunicación y de Internet, el apoyo a la producción científica y a los equipos de investigadores, la incorporación de la lengua española como vía científica y de traducción posiblemente puede conducir en unos años a hacer realidad las dos tesis que he planteado.

"Que la ciencia es expresión de una cultura, de la actividad del investigador en su propio entorno, y está condicionada por factores políticos, sociales y económicos y que, por tanto, expresar la ciencia en la lengua propia es una riqueza del país y de un conjunto de ciudadanos. La segunda es que debemos acortar las distancias entre la enorme presencia del español como lengua hablada y la muy escasa presencia del español como lengua científica. Esa reducción es la meta a la que debemos llegar para que el español sea reconocido como una de las lenguas más importantes en la producción científica."

21 de febrero de 2007

El reto de la traducción científica

Traducir la ciencia al español, un total desafío

El uso de términos específicos puede dificultar el acercamiento de los científicos con su público.

Muchas de las nuevas palabras que alimentan el español provienen de la ciencia y la tecnología. Por eso, personas como Juan Mendoza Vega, médico neurocirujano con 40 años de experiencia en el periodismo científico, participan en la Academia Colombiana de la Lengua.

"El campo de la ciencia es aquel donde el español tiene los mayores peligros -dice Mendoza-. Por la invasión de términos nuevos, inventados, neologismos o importados de idiomas en los que se produce la investigación".

Habla de peligros porque a veces las traducciones del inglés son directas: "Como si para decir 'toma una silla' la tradujeras al inglés como 'drink a chair'", explica el médico. Es una traducción hecha sin pensar en lo que realmente significa la palabra.

De su campo profesional, Mendoza cita un ejemplo: "Está de moda decir que se debe ejercer la medicina basada en la evidencia. La frase traduce evidence por 'evidencia', en español -explica-. Y no es lo mismo. En inglés significa aquello que da tanta información que permite tomar una decisión. En español, evidente es lo que no tiene discusión".

Otro de los problemas que resalta es que la especialización hace que los científicos hablen en un dialecto propio de su campo. "No es lo mismo decir: 'No ingiera cloruro de sodio' que 'no coma sal'".

A su modo de ver, es un peligro de la ciencia respecto del idioma, que les exige a quienes trabajan con el lenguaje -todos los profesionales- permanecer atentos y enseñarles a los científicos jóvenes a usar bien su idioma.

Del mismo modo, ¿el científico debe aprender a 'traducir' su jerga científica a un lenguaje masivo o debe acudir a 'traductores', como periodistas científicos?

"Tratamos de poner al alcance de la sociedad ese lenguaje científico", explica Marta Brugés, de Noticyt, agencia de noticias de ciencia y tecnología, y subraya que el lenguaje universal de la ciencia es el inglés. "Para publicar un trabajo, el investigador debe hacerlo siempre en inglés y después en su lengua materna".

Y si hay términos que no existen en español, "hay que acudir a analogías o metáforas -dice Mildred Mendoza, de la División de Ciencia Cultura y Comunicación de Colciencias-. Siempre se escribe el término técnico, pero se debe explicar".

Ciencia de uso diario

Magali Tafur, jefe de comunicación educativa del área de investigación y desarrollo de Maloka, dice que "el público no está totalmente en blanco, siempre tiene un conocimiento básico sobre el tema" y que en esa medida, "tiene la capacidad de entender. Hay que llamar las cosas por su nombre".

El español es noticia

La pasada Feria Internacional del Juguete de Nueva York puso de manifiesto que esta industria empieza a presentar productos de alta tecnología que utilizan el español. Fisher-Price, por ejemplo, presentó dos muñecos bilingües: Dora La Exploradora y Diego, tomados de los dibujos animados de televisión. Así mismo, Mattel lanzó la Barbie integrante del grupo mexicano RBD.

LILIANA MARTÍNEZ POLO
Redactora de EL TIEMPO